Por la antigua vía del ferrocarril de Dosquebradas buscamos la variante Condina, anteriormente conocida como Sur Sur, que conecta directamente con Armenia.
En la salida a Pereira cambian el entorno y el paisaje. En la ruta hacia Armenia, los filos se atenúan y las pequeñas depresiones del Quindío semejan, desde lo alto, un mar con morros por olas y guaduales como espumas.
¿Quién podría creer que esta zona de potreros y pinares, de naturaleza mansa y tierras domadas, hubiera estado plagada de tremedales y cubierta por un monte impenetrable que dificultó por siglos la comunicación de la región?
Era muy difícil comunicarnos entre Pereira, Manizales y Armenia por los caminos de herradura que las conectaban. Cuando era niña me tocó tomar el tren en La Tebaida para llegar a Pereira. Y aquí, en Armenia, hubo un avión pequeño que hacía esa ruta (Armenia-Pereira): por supuesto, la gente se demoraba más montándose que bajándose” —dice Clara Luz Jaramillo, líder social de la región quindiana.
Luis Carlos Villegas (ministro de Defensa entre 2015-2018), recordó que su padre era médico, profesión que lo obligaba a moverse por todo el Eje Cafetero. Siendo aún un niño, lo acompañaba a veces en sus viajes de trabajo.
Era una odisea pasar el río Barbas: había que avisarle a alguien al otro lado para que jalara el carro en semejantes tragadales y pantaneros, que hoy, afortunadamente, son unas curvas maravillosamente enderezadas gracias a Autopistas del Café
Barbas Bremen (Antes/Después)